Momias, parte 2: Otra vida

Momia de una mujer, Museos Vaticanos (Composición fotográfica)

Para los antiguos egipcios era fundamental conservar el cuerpo del difunto, de hecho lo necesitaban en su segunda vida. Si el cuerpo era destruido o desaparecía, el alma y su sombra  “ba” y "ka", estaban condenadas a errar sin rumbo durante la eternidad. De hecho, para los egipcios, la vida carnal no era mas que un pequeño tramite a hacia la eternidad, y por eso dedicaban prácticamente todos sus recursos a construirse una buena tumba y costear la momificación de su cadáver y los rituales funerarios.

Las tumbas eran auténticos apartamentos de lujo en muchos casos, dependiendo claro está del nivel adquisitivo del difunto. Los propietarios eran enterrados con toda clase de ofrendas y pertenencias; muebles, ropa, artículos de belleza, joyas... toda clase de objetos personales e incluso comida, bebida y sus propias mascotas. La tumba debía proporcionar comodidad y cubrir todas las necesidades del dueño, como si de una vivienda se tratara, y tal efecto se preparaba como antes hemos visto. En los primeros enterramientos, donde el difunto era colocado en un agujero bajo la arena del desierto en posición fetal, podemos encontrar sencillos ajuares de cerámica.

Izquierda: Modesto ajuar funerario en una sepultura predinástica, Museo Británico. Dererecha: El clima desértico de Egipto ha permitido que lleguen hasta nosotros estos panes, conservados a la perfección en una tumba, Museo Egipcio de Turín


En el antiguo Egipto giraba toda una industria especializada en torno a la muerte. Si el cliente era una persona de recursos, podía acceder a una momificación de alta calidad, como era el caso de faraones y funcionarios, cuyas momias presentan excelentes y meticulosos acabados, como podría ser el vendado individual de cada dedo o una abundante cantidad de amuletos de oro. En el caso de las personas menos acaudaladas, la momificación aunque cumplía su cometido a la perfección, era más sencilla y los sepulcros y ajuares funerarios menos espectaculares.

El máximo exponente en ajuares funerarios se puede ver en los ricos y fastuosos monumentos funerarios de los faraones, los cuales eran enterrados con cantidades ingentes de oro y artículos de lujo, y sus tumbas eran decoradas por los mejores artistas de la época,.

V.R.S

Este Artículo forma parte de un trabajo dedicado a la momias egipcias:

MOMIAS I: Cuerpos Eternos
MOMIAS III: Mascotas y Sirvientes
MOMIAS IV: Receta para una Momia
MOMIAS V: Ataúdes y Sarcófagos
MOMIAS VI: El libro de los Muertos
MOMIAS VII: Amuletos Funerarios